En el colegio somos una familia que compartimos una misma casa: LA CASA SALESIANA. Esa a la que pertenecemos y en la que nos sentimos aceptados por todos, con la confianza de sabernos bien acogidos. Donde aportamos lo mejor de nosotros, nos cuidamos y respetamos. Una verdadera familia “educativa”, al estilo de Don Bosco, en la que cada uno podemos desarrollar capacidades y potenciar cualidades. Este mes vamos a poner mucho empeño en experimentar la acogida y la aceptación en la Comunidad Educativa para favorecer el sentido de pertenencia a nuestra casa salesiana. Cuidaremos los elementos visuales (hall, espacios, carteleras…) hagamos espacios acogedores.
Pero hacer “Casa” no solo es crear espacios agradables; supone sentir aquellas actitudes de respeto, tolerancia, confianza, empatía, ayuda, compartir… para vivir en auténtica comunión. El inicio de curso es un buen momento para proponer momentos para “estar juntos”, “ofrecernos sonrisa” y “planificar la casa que queremos” para el nuevo año.
En la casa salesiana no solo estamos los educadores, las familias y los chicos… también está la presencia viva del Señor Jesús, el “Hermano mayor” de nuestra casa. Evidenciarlo en carteleras, en nuestra oración, en la celebración de inicio de curso será una buena forma de entender que no estamos solos; Dios nos acompaña…y también María Auxiliadora.